Europa quiere brindarle una solución a aquellos países donde las enfermedades endémicas están causando estragos en la población, especialmente en Latinoamérica. Numerosos científicos del viejo continente trabajan en un medicamento contra el Zika, así como en una vacuna.
Expertos que participaron en la investigación afirman que el virus del Zika puede neutralizarse en un laboratorio, lo que sería de gran ayuda para minimizar la
posibilidad de contagio en aquellas mujeres embarazadas, pues el feto es quien paga las
consecuencias.
Brasil es el país donde más se registran casos de malformaciones congénitas asociadas al Zika. En el gigante amazónico, unos
1.500 niños han nacido con microcefalia pues sus progenitoras se contagiaron de la enfermedad durante el embarazo. Las lesiones cerebrales son
irreversibles y pueden conducir hacia una
muerte segura.
Investigadores de Europa señalan que este mismo efecto se ha logrado con el virus del dengue. Como se sabe, el dengue y el Zika son transmitidos por el mismo vector, el mosquito
aedes aegypti, cuya presencia es más común en países con
climas cálidos, como los de
Latinoamérica.
Revistas especializadas en temas científicos celebran la posibilidad de que pronto surja una vacuna contra ambas enfermedades, pues muchos gobiernos están de manos atadas ante la epidemia que se ha desatado en sus respectivos países. En ocasiones, resultan insuficientes los llamados cercos epidemiológicos, pues siempre se cuela uno que otro caso importado y el vector encuentra formas de reproducción, especialmente ante la presencia de aguas estancadas.
Brasil enfrenta ahora la necesidad de que se desarrollen juegos olímpicos de Río 2016 sin que reproduzcan los casos de Zika de manera masiva. Algunas delegaciones han manifestado sus reservas a la hora de fijar su itinerario para el traslado al gigante amazónico. Otros atletas, como Rafael Nadal, han dicho que asistirán pese a los riesgos latentes en el ambiente.