Niños superdotados: todo lo que debes saber

Son niños con capacidades cognitivas avanzadas para su edad y que requieren algunas atenciones especiales para evitar problemas de adaptación, así como aceptación social y académica

Los niños con altas capacidades o “superdotados” son aquellos que presentan una elevada capacidad de rendimiento en las áreas creativa, intelectual y/o artística, y que suelen sobresalir en áreas académicas específicas.

El psicólogo Danilo Diazgranados explica que para diagnosticar si un niño es superdotado debe responder a estos 3 criterios:

1. Presentar un funcionamiento intelectual significativamente superior al promedio. Es decir, su capacidad intelectual o coeficiente de inteligencia (CI) debe ser de 130 puntos o superior, a través de la evaluación de una o más pruebas de inteligencia aplicados de manera individual al niño.

2. La superdotación intelectual se relaciona con una mayor madurez en el procesamiento de la información (percepción y memoria visual), alta capacidad para solucionar problemas, gran creatividad y talento, mucha motivación para el aprendizaje, desarrollo precoz de la capacidad metacognitiva y adelanto en otros hitos del desarrollo.

3. La superdotación debe manifestarse durante las etapas del desarrollo que van desde los 0 a los 18 años.

Para la identificación del diagnóstico de alta capacidad cognitiva es necesario la aplicación de diferentes test, cuestionarios o pruebas psicológicas, la historia clínica detallada y la información dada por los padres y la evaluación del desarrollo precoz del niño.

Se debe aclarar que durante la evaluación se suele plantear un diagnóstico diferencial con el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), ya que muchas veces ambos diagnósticos comparten el mismo motivo de consulta: el aburrimiento y la distracción en clase. Los niños con altas capacidades se aburren sobre todo con tareas rutinarias o que consideran poco importantes, o con contenidos que ven en clase que ya entienden.

Identificar al niño superdotado a tiempo

La temprana identificación de estos niños es clave, ya que permite tomar medidas psicoeducativas diferentes a las ordinarias y adaptar los recursos a sus necesidades específicas lo antes posible, ayudando a evitar futuros problemas en el ámbito social, personal y académico.

Los niños superdotados plantean exigencias específicas sobre los recursos comunitarios y familiares, y puede conllevar riesgos, como el estrés psicosocial o el aislamiento por parte de otros niños. Es por esto que es de suma importancia mantener un estado socioemocional correcto y optimizar el rendimiento en estos niños.

Los signos de sospecha durante el desarrollo de estos niños, propuestos por García-Ron y Sierra-Vázquez (2011), son:

• Entre el primer año y los 4 años:
  • Desarrollo precoz del lenguaje
  • Es capaz de mantener una conversación (2 años)
  • Controla los esfínteres (2 años)
  • Capacidad elevada de memoria
  • Sabe los colores (2 años)
  • Memoriza cuentos, oraciones o canciones (2 años y medio)
  • Dibuja personas (2 años y medio)
  • Pregunta mucho y muestra interés por lo que le rodea
  • Muestra curiosidad e interés por aprender
  • Es capaz de realizar puzles de 20 piezas (2 años y medio)
  • Es capaz de contar hasta 10 (2 años y medio)
  • Lee con facilidad (antes de los 4 años)
• Entre los 4 y 6 años:
  • Muestra una gran curiosidad por las cosas
  • Comprende de forma rápida e intuitiva, y muestra rapidez al comprender conceptos.
  • Le gusta leer libros y cuentos
  • Le gusta relacionarse con niños mayores que él y con adultos (juegos, conversaciones…)
• Desde los 6 años en adelante:
  • Disfrutan planteando y resolviendo nuevos problemas
  • Son capaces de establecer conexiones entre diferentes conceptos.
  • Buena memoria a largo plazo.
  • Amplio vocabulario, riqueza léxica.
  • Capaz de comprender conceptos complejos abstractos y de emplearlos.
  • Recuerdan problemas no resueltos.
  • Muestra talento en áreas concretas (música, dibujo, matemáticas).

Algunos problemas identificados

En muchos casos, sobre todo cuando no se identifican a tiempo, las características especiales de estos niños pueden conllevar a algunos problemas psicológicos:

• Se sienten “diferentes”, ya que creen que nadie de su edad piensa como ellos o no les gusta hablar de temas que a ellos les interesan; desarrollan un avanzado sentido del humor que otros niños no entienden; y también cuentan con gran capacidad de liderazgo. Por todo ello, en ocasiones desean ser como los demás niños de su edad y ocultan su talento para no destacar sobre ellos y evitar competencia, envidia o celos. Esto en búsqueda de aceptación y tener más amigos.
• A menudo muestran interés por temas abstractos o trascendentales como la justicia, las guerras, la amistad, la pobreza o la moralidad. Son asuntos que no resultan interesantes para otros niños y pueden llegar a sentirse rechazados. Esta alta sensibilidad y forma de pensamiento desarrollado los lleva a reaccionar con emociones y sentimientos fuertes ante situaciones que para otros niños pasan desapercibidas. Se le conoce como el síndrome de disincronía.
• Suelen presentar una personalidad perfeccionista, y en ocasiones es extrema. En muchos casos se fijan metas elevadas y les genera mucho miedo al fracaso. Esta situación puede generar una falta de confianza en sí mismo y una elevada autocrítica.

Como consecuencia de todas estas características de personalidad y su entorno sociocultural, los niños con avanzado desarrollo intelectual pueden tener problemas en la materia social, académica y personal. Podrían ser víctimas de aislamiento social, mostrar rebeldía y negación ante tareas escolares solicitadas, sentimientos de incomprensión y falta de sintonía con los demás niños de su edad, además de padecer de estrés emocional, depresión, apatía y tristeza. Por todo ello, Danilo Díaz Granados sostiene que en ocasiones los niños con estas características y sus padres necesitan acudir a un psicólogo infantil que les ayude en este proceso de desarrollo diferente al de otros niños de su edad.