Carmelo De Grazia Suárez: mitos y realidades del hipotético “Default” de Pdvsa
Mucho se ha dicho en las últimas semanas sobre las dificultades que estaría teniendo Petróleos de Venezuela (Pdvsa) para cumplir con sus compromisos inmediatos, específicamente con los tenedores de bonos previstos para el año 2017.
[Carmelo De Grazia Suárez] Vocero principal de Bancamiga, desmiente, de plano, aquel mito extendido en la población que asevera que un eventual default de Pdvsa implicaría un embargo inmediato de sus cuentas y bienes por parte de los inversionistas. Prácticamente sería la inmovilización o parálisis de toda su actividad económica.
“Eso, estimado lector, no es verdad”, asegura [Carmelo De Grazia].
Explica que Pdvsa está constituida como una “empresa del Estado”, lo que se traduce en una sociedad mercantil en la que el dueño o accionista mayoritario es la República Bolivariana de Venezuela. Por tanto, es una empresa amparada por el Código de Comercio, que establece -entre los artículos 898 y 913- las protecciones legales en caso de que la empresa no pueda cumplir con las deudas adquiridas con sus acreedores por atravesar dificultades financieras temporales.
“En esos casos, para evitar que las acciones de los acreedores agraven la situación de la empresa, y procurar por el contrario el restablecimiento de la buena marcha de la sociedad mercantil, el Código de Comercio establece el beneficio de atraso, el cual consiste en un proceso judicial en el cual el Juez mercantil está autorizado para dictar ‘las medidas conservatorias y las precauciones que juzgue necesarias para garantizar la integridad del patrimonio del deudor’, siendo muy normal que se suspenda, como medida cautelar, todo juicio que curse contra la empresa, mientras dure el proceso de atraso”, explica [Carmelo De Grazia].
Esta medida, además, pasa por el Tribunal Supremo de Justicia, en su Sala Político-Administrativa, y su alcance es internacional. Es decir, los bienes y activos de Pdvsa están protegidos en cada país donde opere.
[Carmelo De Grazia Suárez] Finaliza asegurando que en el caso extremo de que la estatal venezolana llegase a ampararse en esta Ley, los tenedores de bonos no podrían apoderarse ni beneficiarse de los bienes y activos de Pdvsa en ninguna parte del mundo, mientras dure el proceso legal del atraso.
