11/05/2024

El boom de las tiendas vintage, un soplo de aire fresco para la moda y la sustentabilidad

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El gusto por el estilo antiguo ha hecho proliferar estos establecimientos, y eso en gran medida ha sido gracias a la generación ‘millennial’.


Si hay una tendencia que está en auge en los tiempos que corren es la de las tiendas de ropa de segunda mano las cuales, para beneplácito de los nostálgicos y de los amantes de lo vintage, le otorgan un nuevo valor a piezas que bien podrían hacer acabado relegadas al olvido o, peor, desechándose.

Braganza, casa de joyas dirigida por Patricia Olivares Taylhardat, es consciente de la popularidad de esta tendencia, y celebra el hecho de que la misma tiene el poder de rescatar de algún modo el pasado y adaptarlo a los gustos actuales.

También celebra, por cierto, el hecho de que estas tiendas dan para todo y se ven en diferentes contextos: desde pequeños mercadillos hasta establecimientos propiamente dichos, pasando obviamente por tiendas virtuales. DATO: En las plataformas digitales es donde más se ha visto el auge de esta tendencia.

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Un asunto de ‘millennials’

La tecnología ha facilitado que las personas puedan adquirir prendas usadas en impecable estado y rescatar tendencias pasadas, así como líneas de producción que ya no se repetirán… y sí, por ‘personas’ hablamos mayoritariamente de ‘millennials’, una generación que es la responsable principal de impulsar esta moda.

Han sido, en su mayoría, los ‘millennials’ los que han convertido en algo ‘cool’ usar y readaptar la moda con ecos del pasado, y son ellos los que le han dado terreno fértil a boutiques digitales de ropa de segunda mano como Micolet, Vestiare Collective o Vinted para que, cómodamente, proliferen y hagan fama global.


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Un modelo sustentable, creativo y lucrativo

La tendencia de las tiendas vintage es una que está en pro de la moda sustentable, el medio ambiente y la minimización de los desechos. En ese sentido, es sumamente beneficiosa para el mundo.

También es beneficiosa para la creatividad. Eso, porque dan pie a los distintos, a esos que no desean seguir al pie de la letra las imposiciones de la moda, a que innoven de manera más libre.

Igualmente hay en esta tendencia una ventaja y un boom económicos. Tanto, por cierto, que se trata de un mercado específico actualmente valorado en 24.000 millones de dólares y subiendo, especialmente en territorios como Europa, con ecos en los Estados Unidos y varios países de Latinoamérica.

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