16/05/2024

Los callos tienen un efecto beneficioso en los pies de los que caminan descalzos, ya que no comprometen la sensibilidad ni la marcha, mientras que el calzado puede reducir la capacidad de percibir estímulos, reveló un estudio publicado hoy miércoles por la revista Nature.

Según la investigación, elaborada en colaboración entre la Universidad de Harvard y la de Liverpool, señaló que los zapatos acolchados reducen la sensibilidad y alteran la fuerza transmitida desde los pies hasta las articulaciones.

Por el contrario, el calzado con suelas delgadas y más rígidas, como mocasines o sandalias, se asemejaría más a la sensación de andar descalzo, que provoca gruesos callos en los que generalmente se mueven desprovistos de zapatos.

De esta manera, este tipo de protuberancias se desarrollan para ofrecer protección en superficies incómodas o resbaladizas, destacaron los investigadores, quienes estudiaron los pies de 81 adultos kenianos y 22 estadounidenses.

Con información nota de prensa

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