Revendedores aventajan en ingresos a los trabajadores formales
Los bachaqueros ganan más que los empleados.
Personas que ganan sueldo mínimo o un poco más no les alcanza el dinero para cubrir los gastos básicos. Los revendedores aventajan en ingresos a los trabajadores formales, debido en parte a la especulación.
Los bachaqueros ganan más que los empleados
Expertos en materia económica no dudan en afirmar que el bachaqueo acaba con el empleo formal a lo largo y ancho del territorio nacional, pues muchos deciden renunciar a sus respectivos puestos de trabajo para dedicarse a la reventa de productos de la cesta básica con sobreprecio.
Gente que se dedica al bachaqueo puede percibir hasta 10.000 bolívares diarios, por lo que obtienen una ganancia mensual superior a los 200.000 bolívares. Quienes ganan salario mínimo, en cambio, no tienen un ingreso global mensual superior a los 40.000 bolívares.
Abogados como Juan Carlos Pró-Rísquez considera que las empresas se ven sumamente afectadas por esta situación, pues no tienen la capacidad de retener talento en sus filas. Muchas de estas compañías han visto disminuidas sus ganancias como consecuencia de la crisis económica de nuestro país, aderezada por controles de precio, alta inflación y decrecimiento del producto interno bruto.
Expertos en la materia consideran que el gobierno apuesta a la desaparición del sector privado con la promoción indirecta del sector informal y la tolerancia hacia los bachaqueros. El Ejecutivo nacional afirma que no cuenta con las divisas necesarias para aprobar y liquidar dólares al sector privado.
Fuentes del Instituto Nacional de Estadísticas no precisan si ha crecido el sector informal sobre el formal. Los empleos precarios o autoempleos están a la orden del día, brindándole poca protección a los usuarios en materia de seguridad social y estabilidad laboral.
Economistas y abogados coinciden en que el modelo económico impulsado por el gobierno del presidente Nicolás Maduro tiende a la desaparición de la empresa privada, por lo que muchos negocios han decidido cerrar sus puertas o mudar los capitales hacia otras naciones.
