03/05/2024

Aprende a preparar los alimentos para congelarlos con estos tips

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Mauro Libi - Preparación alimentos congelados

Antes de congelar productos frescos, como frutas, verduras, carnes o pescados, se deben seguir ciertas normas de seguridad que permitirán conservar en perfectas condiciones el alimento hasta que vayas a consumirlo

 

Saber cómo preparar los alimentos para su congelación y mantener correctamente la cadena de frío te ayudará a prevenir contaminación e intoxicaciones alimentarias, así como disfrutar al máximo de su sabor y beneficios

Mauro Libi, director de Frimaca, te trae algunos consejos sobre cómo preparar los alimentos para congelarlos:

Hay que trocear las verduras antes de congelarlas, escaldarlas brevemente o hervirlas ligeramente, y escurrirlas. Aunque con el hervido se pierden algunas vitaminas, serán mucho menores que las que le resten si se congelan frescas.

Es aconsejable cocer las frutas antes o trocearlas en crudo y recubrirlas con almíbar para que no se estropee su textura original

Los mariscos es preferible congelarlos una vez cocido. Si se quiere congelar los crustáceos frescos habrá que quitarles la cabeza.

El pescado siempre habrá que limpiarlo antes de meterlo en el congelador. Hay que fijarse en que estén descamados, sin las tripas y sin la cabeza. Se deben lavar, secar con papel absorbente y ser envueltos en film plástico o aluminio.

A la carne se le quitan las partes no comestibles (patas, huesos, grasa visible…), se corta en rodajas, filetes o trozos y se envuelve en raciones con film transparente.

Para congelar los huevos hay que quitarles la cáscara y batir o mezclar su interior para después guardar la mezcla en un recipiente. Si te gusta la repostería y sueles utilizar las claras, hay que separarlas de las yemas y congélarlas en un envase adecuado. Podrás usarlas para montarlas a punto de nieve la próxima vez que vayas a hacer un bizcocho, una tarta o un mousse.

Los líquidos, como caldos, sopas o cremas podrás congelarlos siempre y cuando dejes un espacio vacío o sobrante en el sitio donde vayas a almacenarlos. Su volumen puede aumentar con el frío y esto evitará que revienten.

Respecto a los alimentos ya cocinados es conveniente dejarlos algo cortos de cocción para que después adquieran su punto cuando los vuelvas a calentar. Sazónalos poco, ya que al congelarse se suelen concentrar ligeramente y toman más sabor. Y déjalos enfriar, no más de una hora, para que no modifiquen la atmósfera de frío del congelador.

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