Consumo de sal contribuye con la tensión arterial alta

Personas acostumbradas a la comida chatarra de la calle están exponiendo su salud sin necesidad. El consumo de sal contribuye con la tensión arterial alta, por lo que debe mantenerse el sodio a raya.
Adultos deben consumir no más de 1,5 mg de sal al día, de acuerdo con las recomendaciones de numerosos expertos en la materia. Una cantidad mayor a esta eleva los riesgos cardíacos y renales, y, además, pueden ser causantes de un accidente cerebro vascular.
Gente que consume sal en exceso hace trabajar de más a los riñones. Cuando estos órganos se ven saturados envían la sangre directamente al torrente sanguíneo.
Alimentos como la pizza son hechos fundamentalmente a base de sal, así como también embutidos y quesos. El pan y la pasta son también ricos en sodio.
Cardiólogos de instituciones públicas y privadas recuerdan que las fallas en el corazón y en el sistema cardiovascular en general pueden ir en detrimento de la salud de manera preocupante. Los alimentos ricos en grasas trans son también responsables de gran cantidad de muertes alrededor del planeta, cada año.
Galletas y frituras son alimentos ricos en grasas trans, por tanto deben mantenerse fuera de la dieta diaria. Lo mismo debe hacerse con las grasas saturadas, que elevan de manera considerable el colesterol LDL.
Diabetes, sobrepeso, obesidad e hipertensión son algunas de las enfermedades asociadas a nuestros hábitos de alimentación. El consumo de sal en Venezuela es elevado, de acuerdo con numerosos estudios realizados en toda Latinoamérica.
Venezolanos ingieren 10 gramos de sal al día cuando lo correcto debería ser la mitad de esa cifra o hasta menos. El cardiólogo Juan Colán advierte que los riesgos para la salud son muchos, incluyendo fallas en el sistema cardiovascular que podrían conducir a una muerte temprana o repentina.
Estadísticas de la Sociedad Venezolana de Cardiología indican que la hipertensión afecta al 40% de la población. La enfermedad incide no solo en personas de la tercera edad sino también en jóvenes y niños, lo que es motivo de mucha preocupación para los especialistas en la materia.
Por La Lupa Digital