Comunidad Internacional debe condenar esas democracias que actúan con vandalismo y barbarie
Un llamado a la Comunidad Internacional hizo el diputado Omar Ávila para que vuelque su atención al accionar de esas democracias instauradas en algunos países de América Latina, que sustentan la violación de los derechos humanos y fundamentales, así como de los de los tratados internacionales avalando «mano dura» contra el crimen organizado y acciones injerencistas.
Para el secretario general nacional de Unidad Visión Venezuela, resulta inconcebible que en pleno siglo XXI, se apele a acciones vandálicas y de barbarie, cómo el asalto a la sede diplomática de México en Ecuador.
«No se puede decir que son naciones demócratas, cuando actúan de manera autoritaria e irracional. Con lo ocurrido en la embajada de México en la ciudad de Quito, se debe marcar un precedente, porque claro está que es una vulgar violación de todos los acuerdos y tratados internacionales vigentes, y de apoyar esto por acción u omisión, daría luz verde a otros para que hagan lo mismo», advirtió.
Destacó que la reciente crisis diplomática entre Ecuador y México ha puesto en evidencia la fragilidad de las relaciones internacionales en América Latina.
«El allanamiento de la Embajada mexicana en Quito para arrestar al ex vicepresidente Jorge Glas, quién se encontraba bajo el amparo del asilo político concedido por México, constituye una grave violación del derecho internacional y de los principios básicos de la inmunidad diplomática», reiteró.
Recordó Ávila que el asilo constituye un derecho político de protección en América Latina y por tanto, debe ser respetado a carta cabal, tal como lo establece la Convención sobre Asilo Diplomático de 1954.
«La soberanía de los pueblos comienza por el respeto a los derechos humanos, así como al derecho internacional para garantizar un mundo de paz, tolerancia y equidad», afirmó.
Señaló que más allá de las circunstancias específicas que rodean el caso de Jorge Glas, a su juicio, este incidente refleja una profunda polarización política en la región, donde países con diferentes orientaciones ideológicas se posicionan a favor o en contra de las acciones de sus pares.
En este orden de ideas expresó que resulta paradójico que países como Ecuador y El Salvador entre otros, que a su juicio viven para «meter sus narices» en los asuntos internos de Venezuela y que nos desacreditan ante el mundo como una dictadura, sean quienes con sus acciones y arbitrariedades, los que se comporten como tal.
«No presuman de lo que adolecen y encárguense de resolver sus asuntos internos. Reiteramos que la comunidad internacional debe pronunciarse y condenar esta acción que pone en riesgo la estabilidad y seguridad de quienes puedan pensar distinto en un mundo político tan convulsionado», resaltó.
Finalmente, expresó que sólo a través del fortalecimiento de las instituciones democráticas y del respeto al derecho internacional, podremos avanzar hacia una mayor estabilidad y prosperidad para todos los pueblos de la región.
«Los líderes políticos de América Latina, deben reconocer que la fortaleza de las democracias es fundamental para garantizar la paz, la seguridad y el desarrollo de nuestras sociedades», emitió.