Bernardo Arosio | Conservar el personal: ¡Nuevo reto post-pandemia!
La crisis del coronavirus ha hecho más exigente al cuerpo laboral en cuanto a lo que buscan de las empresas, y estas tienen que cimentar que el líder entienda y lidie con estos cambios
LLD.- El reto de retener al personal era muy importante antes de la pandemia. Ahora, con más de dos años de crisis, el desafío se agudizó con los cambios experimentados en el mercado laboral, siendo uno de ellos las crecientes exigencias de los trabajadores o aspirantes a un cargo en las empresas sobre las condiciones y el ambiente en los cuales van a prestar sus servicios.
Otro cambio ha sido que ahora, con mayores opciones donde los trabajadores/aspirantes no tienen que lidiar tanto tiempo con un jefe o tener sus ojos encima, se necesita un liderazgo más eficiente para transmitir las directrices y orientar a cada integrante de la organización.
Así las cosas, la retención de personal se ha convertido en una estrategia fundamental con tendencia a tomar mayor importancia a corto plazo debido a una esperada reactivación económica que implicará más competencia entre firmas disputándose un talento que será más escaso y más exigente con los beneficios.
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De acuerdo a muchas empresas, la compensación que más demandan los trabajadores es la flexibilidad, pues en la actualidad se exige un mejor balance entre la vida personal y la profesional. También señalan que el secreto de la retención de personal está en la capacidad de entendimiento de los líderes con sus equipos de trabajo.
Estas mismas compañías estiman que el gasto por empleado que se pierde puede llegar a ser de hasta 12 veces del valor del salario, mientras que la inversión de tiempo y dinero es algo que nunca se recupera. Es por esto que se hace más necesario adoptar estrategias que ayuden a disminuir los altos números de rotación de empleados.
Estos han sido tiempos de cambios, cambios muy rápidos, y la adaptación es clave. Por eso, los líderes deben ser los primeros en adaptarse a las nuevas tendencias del mercado laboral.
Por Bernardo Arosio
